Palabras, palabras. La vista fija en la página.
El suave arrullo del tren. El canalla, la bella, el guapo. Yo no soy yo. Vivo
en el libro, amo, sufro, lloro, río. El destino se acerca. En el texto y en la
vía. Acelero en el libro, decelera el
tren en la vía. Ambos desenlaces son inminentes, Él muere. Ella está al borde
del abismo. Vislumbro un atroz final. El tren se detiene. Apuro en el vagón y
bajo apresurado. Termino las dos últimas páginas en el andén. Ella, ella… ¡Oh
no!
¿Qué preparo para cenar?
¿Qué preparo para cenar?
Muy buenos textos, felicidades Antonio, tienes una excelente narrativa.
ResponderEliminar