Úrsula pidió un café, un zumo y un croissant al camarero. Había dejado el cuerpo muerto de Albert en el barco dos horas antes y ahora sentía una punzada de hambre. Sabía además que iba a necesitar fuerzas para las horas siguientes. El camarero de Le Parisien, diligente, atendió su solicitud y siguió limpiando las mesas para la llegada de los turistas...
Para seguir leyendo puedes Descargar Reina de Diamantes
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Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
ResponderEliminarGracias e igualmente David
ResponderEliminarBrillante comienzo. Hace tiempo que no me encontraba con algo así. Seguiré leyendo. Gracias.
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